BUno de los aspectos que más llama la atención en la primera visita a un gimnasio de CrossFit es sin duda el pizarrón. “¿Por qué demonios tienen un pizarrón lleno de nombres seguidos de números y abreviaturas extrañas?” (eso sin mencionar ¡la campana! aunque muchas veces esa pasa desapercibida).

El pizarrón como herramienta

Además de servir como una herramienta para fortalecernos como comunidad, “tengo que conocer a alguien, saber cómo se llama, para poder escribir su nombre en el pizarrón”, el pizarrón es un componente único y muy efectivo de nuestro entrenamiento. Quienes llevamos tiempo en esto estamos convencidos que es, y debe servir, como un poderoso agente motivador. Nos pone frente a frente a nuestro desempeño, nuestras fortalezas, debilidades, nuestros días buenos y los no tan buenos.

No hay mejor sensación que escribir un excelente tiempo o peso junto a nuestro nombre; igualmente pocas cosas se comparan con la desilusión de no estar a la altura de nuestras expectativas y encima, tener que escribirlo frente al mundo.

La competencia nos hace mejores

Hay muchas razones por las que el pizarrón nos pone ansiosos e incómodos. Mientras que es natural el deseo de compararnos con los demás, yo mejor veo al pizarrón como un medio para medir mi progreso y evaluarlo contra mis propias metas, identificando aquello en lo que tengo que trabajar más.

El pizarrón me hace pensar en lo que hice, las decisiones que tomé (malas o buenas, si fue demasiado peso o si podía intentar ir más pesado, si hoy no me sentía tan bien y debí haber saltado a una caja más baja, si respeté, o no, mi estrategia inicial para el workout y si era la adecuada y funcionó) y me da un referente para futuras decisiones, escribir un resultado es mucho más poderoso que simplemente tratar de recordarlo.

Nunca dejes de apuntarte

Seguramente tus coaches están convencidos que el pizarrón mejorará tus resultados… ¡lo quieras o no! Está ahí para ayudarte, no para perjudicarte. Si te da el impulso para ser mejor, te motiva y te da confianza, úsalo como tu aliado. Si por el contrario, te intimida… pon la frente en alto y arma tu propia estrategia para que no te afecte.

Trabaja en tus debilidades, ponte metas y supéralas. Habla con tus coaches, diles cuáles son tus objetivos, y sal a alcanzarlos.

¿Cómo ves tú al pizarrón? ¿Lo ves como un aliado?

Fuente: www.rxmagazine.co

¿Por qué Usamos la Pizarra en CrossFit?