workofday-blog-20160309

Hola, sí, hago CrossFit.

No me mires así, entiendo que para ti quizá no sea fácil comprender lo que hacemos, pero respétalo. No me digas que “eso que hago” es malo para mí, que es lesivo, que es de bestias, que no es un buen entrenamiento, que sólo es una moda. No me digas que debería dejarlo, porque no tienes ni idea.

No hables sin saber, porque no te has molestado en venir a probarlo, ni a verlo si quiera. Tan solo tienes en tu mente a los grandes, a esos chicos y chicas mucho más fuertes que tú (¿noto cierta envidia?), a los más en forma del planeta, a los que llamas “nuestros dioses”, y te piensas que todos queremos ser como ellos, incluso que lo buscamos y lo intentamos a diario machacando nuestras rodillas y rompiendo nuestras espaldas sin ningún tipo de cuidado.

No sabes cuánto te equivocas…

No opines de lo que no conoces, porque no sabes cómo funciona, ni qué se siente cuando lo haces, ni la metodología que seguimos. Tampoco entiendes que sea para todo el mundo porque no te has preocupado por preguntar porqué lo decimos; pero no es que lo digamos, es que lo sabemos, porque lo vemos a diario y lo vivimos en nosotros mismos.

No vayas de chulito cuando te cuento el WOD, porque no vas a hacerlo y, si lo hicieras, ahí me gustaría verte “tan fresco” como crees que estarías. Hazlo, te reto al RX, a ver si eres capaz de aguantar la mitad del entreno. Y luego ya me cuentas.

No vengas a joder, porque joder sabemos todos, y yo no voy a tu casa a tocarte los huevos. Respeta mi deporte, mi esfuerzo, mi adicción, mi estilo de vida; respeta a mi gente, mi comunidad, mi secta (porqué no), mi espacio. Respétanos a todos los que estamos enamorados de CrossFit, porque sabemos vivir la pasión de compartir nuestra pasión.

 

 

 

Fuente: www.workofday.com

No vengas a joder.